Rafa Nadal: ejemplo de humildad y de superación personal

El sábado estuve viendo el partido de Rafa Nadal con el croata Ljubicic y me encantó, como todos los partidos del Manacorí (gané o pierda... siempre gana en deportividad). Y el domingo seguimos por la radio la final con Federer mientras hacíamos un precioso tour por la costa vasca Noe, Ignazio y yo. (Videos aquí). Escuchamos las palabras de Rafa cuando terminó el partido que reproduce un artículo de El País . Como siempre, la calidad humana de Rafa con sus 20 añitos es impresionante, genial y ejemplar para la sociedad de este siglo XXI más obsesionada por la imagen que por la esencia de las personas (o al menos eso parece que intentan transmitirnos los media y los centenares de programas basura televisivos).

Reproduzco sus palabras:

"Buenas tardes, me gustaría felicitar a Roger, es el rival más increíble con el que me he enfrentado en mi vida. Es el mejor jugador de la historia. Nunca desde que nací vi otro tan completo. Le felicito, no solo por lo que ha hecho en este torneo, sino en todos estos años", dijo Nadal con humildad en español en la entrega de trofeos. "Quiero agradecer al público que ha llenado estas pistas. París es mi ciudad favorita y no he sentido esto en ningún sitio. Nunca me podía imaginar estar aquí después de lo que he pasado a principios de año. Por eso agradezco a toda mi familia...

Hace unas semanas en el vueling de Barcelona a Sevilla camino del Tecnimap me emocioné leyendo esta entrevista del Rafita cuyo titular era "Federer es mucho más completo y elegante que yo ". Y me "enamoré" de su forma de ser (porque a mí no me va demasiado la ELEGANCIA sino la SENCILLEZ). Pero ya sé que tiene novieta y espero que sean muy felices!!! Bueno, si su tío está sin compromiso, tampoco me importaría :-) Me encantó toda la entrevista, pero sobre todo esta parte:
P. Cuando su tío le dice que sólo es el mejor pasando bolas sobre una red, ¿qué piensa?
R. Es una persona muy especial, que piensa mucho y que, si le escuchas, dice cosas que no son las habituales. Hay que hacerle caso.
P. ¿Se siente un poco privilegiado?
R. Me ha costado llegar donde estoy ahora. De pequeño, mis amigos iban a jugar tras el colegio y yo a entrenarme. Pero siempre me ha gustado el deporte: el fútbol, el tenis, el golf, el pádel... Eso me lo ponía más fácil. Sí, me siento un privilegiado por poder hacer lo que me gusta.

P. ¿Sus aspiraciones son tener un gran coche, una gran mansión?
R. Nada de eso. Vivo con mis padres, muy tranquilo. Tengo un KIA que me regaló la casa porque me patrocina. Y un Mercedes que gané en Stuttgart y que aún está allí. Mi ilusión es ser feliz. Tener un barco pequeño para poder ir a pescar y... poco más. Ni tener el mejor móvil, ni el mejor ordenador, ni nada de todo eso. No me hacen falta.
P. ¿Su aspiración es llegar a ser el número uno?
R. Mi primer objetivo es mejorar y sentirme feliz. Ahora mismo tengo pocas posibilidades de ser el número uno porque me ha tocado competir contra el mejor jugador de la historia. En cualquier otra época lo sería ya por la puntuación que tengo. Y eso me deja muy tranquilo. Pero es cierto que algún día me gustaría ser el número uno.

Me encantaría invitarle a Vitoria-Gasteiz para que nos diera una charlita a gente joven y sobradamente preparada, que tenemos "ilusión" y queremos "superarnos" cada día; o gente que está a punto de perder la esperanza o ya la ha perdido a pesar de tener "N" títulos académicos (papeles) que dicen que han estudiado (no que saben) mucho. La verdad es que creo que en el siglo XXI muchas personas sin papeles ni titulitis aguda pueden aportarnos más conocimientos, experiencias y capacidad de sacrificio y trabajo oscuro, poco valorado y reconocido que poco a poco va dando sus frutos.

Ah, bueno, y en las chicas (que apenas se nombran... y no solo porque no hay españolas, sino porque "lo femenino" aparece como segundo plato casi siempre...) la campeona del Roland Garros ha sido la belga Justin Henin-Hardenne.

Espero que el Rafita sea en el futuro del tenis como Marie Curie en la Ciencia, la primera profesora de la Sorbona, a quien no lograron sobornar ni comprar y todo su conocimiento estuvo libre al servicio de la humanidad.