Ya no recuerdo qué me motivó a coger una servilleta en un bar, escribir el símbolo de Venus y el de Marte y preguntar a mis compas sufrientes de mis ocurrencias qué les evocaban los mismos.
El resultado fue de lo más interesante y diverso. A continuación podéis ver la imagen con las ideas que se lanzaron. Las servilletas dan mucho juego. Dicen que en ellas se han garabateado grandes proyectos...
Y aquí la tabla con las ideas principales:
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Venus:
espejo, belleza
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Marte:
escudo, lanza
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Amor
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Guerra
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Arreglarse
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Cazar
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Pasiva
(receptora)
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Erecto (empalmado)
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Cristianismo,
pecado
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Salir del
círculo, diferencia
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Inferioridad
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Superioridad
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Círculo común
Salir de la
dicotomía
Símbolos que integren
la diversidad
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Según mi colega Make, experta en género, aunque no tanto en
astronomía,
Marte y Venus son dos de las grandes divinidades mitológicas. Recogen la esencia del sistema sexo-género patriarcal asignado a hombres y mujeres. A través de la mitología se daba nombre y explicaba (de manera no científica sino religiosa) a lo que veían en su día a día. Por ello el nombre de los planetas y constelaciones que nos han llegado de la versión romana (Marte era Ares y Venus Afrodita en Grecia).
También le pregunté cómo veía la posibilidad de unificar o diversificar los símbolos. Me decía que no lo veía, porque corresponden a dos planetas diferentes que van a seguir necesitando su propio símbolo. El problema es toda la carga que hay asociada detrás a los pobres planetas que se traslada a lo actual, que es lo que hay que dinamitar.
Siempre podemos dejar tranquilos a los planetas y construir nuevos símbolos diversos y divertidos 🙃 Por ejemplo, el símbolo de Marte ponerlo mirando hacia abajo como el de Venus, así más igualitario) aunque no resuelve el tema... y por eso han ido surgiendo más símbolos como va pasando con las banderas. En cualquier caso, todas, todos, todo... somos el mismo polvo de estrellas...
