jueves, 15 de noviembre de 2018

Retos y confesiones musicales

Hace cinco años que canto en Ahots-Argiak. Creo que es una de las mejores decisiones que tomé en 2013. En estos años he conocido gente estupenda y he aprendido muchas cosas, entre ellas, a respirar "con el estómago" y a "ahuecar" (impostar) para regular la voz, para que salga mejor y para no quedarnos afónicas.

Mamen Daubagna es nuestra directora, amiga, confidente, familia de elección y mucho más. Me levanto y me acuesto cada día escuchando sus grabaciones para que cuando lleguemos al ensayo podamos ir montando las distintas voces de manera más ágil. De escuchar a Mamen en solitario a montarlo con las compañeras y compañeros de otras cuerdas hay un trecho... Pero poco a poco, ensayo tras ensayo, prueba tras prueba... de no tener ni idea cómo suena una canción, somos capaces de sonar bien y que se nos ericen todos todos los pelos y la piel del cuerpo.

Normalmente escucho a Mamen, interiorizo lo que canta, pero no canto en voz alta. Eso de cantar en la ducha no va conmigo. No sé. Prefiero escuchar en silencio. Hace unas semanas nos propuso un reto. Mamen nos motiva con retos, más o menos complicados (para ella y para coralistas) y casi siempre estimulantes que nos van dando confianza, seguridad y nos hacen sentir genial cuando superamos ese reto... y ya está pensando en nuevos... Será por eso que aunque mi tiempo medio de estancia en un proyecto es de 3 años, con la coral siento que comenzamos un proyecto nuevo con cada reto musical que nos plantea nuestra dire.

Bueno, pues volviendo al reto. El reto consistía en cantar, emulando la versión de La Oreja de Van Gogh, una nana a capela. La letra completa de la nana se las trae... da para otro post con gafas lilas, en este me voy a centrar en lo que sentí ayer cuando la canté en voz alta delante de mis compañeras contraltos, sopranos y dos infiltrados.

Estuve escuchando y preparando la canción, como nos pidió Mamen. Estas semanas estoy a mil (aunque no lo parezca ya que estoy procrastinando dedicando tiempo a este post...) y el reto es chulo, pero mi tiempo de ensayo, limitado. Las compañeras sonaban todas geniales. Cada una dándole su toque personal (o lo que en ese momento les salía...) Hasta que Mamen no me pidió que cantara no me ofrecí voluntaria. Me levanté y básicamente, me dejé llevar. Saliera lo que saliera, iba a disfrutar con ese momento. Un momento para compartir, para sentir, para dejarme llevar. La sala de ensayo no es que tenga una acústica fantástica. Pero cuando cantaba, sentía su eco. Sentía la necesidad de alargar las palabras y el sonido para que perdurara y se impregnara en las paredes. Y con mis manos en los bolsillos, mis vaqueros y mis botas de monte cubiertas de barro, los últimos 8 segundos me sentí cual Maialen Lujanbio, con un subidón del copón, intentando alargar al máximo las últimas palabras y los últimos compases del "lo a... lo a...  maaa sus taaaaaa".

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Marco vital en movimiento

Street art en Vitoria-Gasteiz
Mi catedrática del sentido común de la Universidad de la Vida, creo que resumiría el siguiente rollo con algo así como: "algunos días me siento joven y otros no puedo con mi culo"...

***

Algunos días sale el sol
muchos más, nubes y lluvia.

Algunos días leo esperanza,
muchos más, terror que abruma.

Algunos días como cercanía,
y cada día procuro, sin éxito,
desplastificar mi vida.

Algunas veces creo de la nada,
otras repito, sin recreo ni pausa,
lo que otras crearon.

***

Algunos días me siento en paz,
y el resto, voy en su busca.

Casi siempre necesito abrazos
que me reseteen
y me llenen de energía.

Cada día busco
y me regalo placeres
para cada uno de mis sentidos.

Algunos días me cuidan,
otros cuido y me cuido.
Siempre en interdependencia.

Algunos días mi sexo sentido
disfruta más conmigo
que en compañía.

***

Algunas miradas y sonrisas
me conectan con mi esencia.

Algunos lenguajes (no) verbales
me provocan la huida.

Algunos días necesito muerte,
para recordarme que estoy viva.

Necesito respirar
y personas que me inspiran.
Y, cada día, motivos
para levantarme a la vida.

sábado, 3 de noviembre de 2018

Brindo, de Soraya Arnelas

🍻🍻
Por las personas, 
por las relaciones,
por los aprendizajes 
que nos ayudan a vivir 
vidas que merecen alegrías 
🍻🍻

(Vídeo grabado en Valencia de Alcántara con gente del pueblo de protagonistas)

jueves, 1 de noviembre de 2018

AMA de Julie Gautier

Hace una semana no sabía quién era Julie Gautier. Esta semana, gracias a la wikilari Inma, Julie ya está en Wikipedia. Me flipa el mar... de peke quería ser astronauta o buceadora... Hoy en día, contemplo las estrellas y la luna... El mar me da mucho, mucho respeto, pero me fascina y me relaja contemplarlo por dentro, por fuera y escuchar las olas... Nadar me relaja. Prefiero la piscina... Las aguas abiertas, para las bravas ;-)

He conocido a esta crack de la apnea, la danza y los audiovisuales gracias a AMA, (denominacicón que reciben las pescadoras de mariscos de Japón). Se trata de un cortometraje sobre un espectáculo de danza submarina poética. El 8 de marzo de 2018, durante el Día Internacional de la Mujer, a través de la comunidad internacional de apnea, AMA se proyectó en más de 40 escenarios en todo el mundo.