domingo, 14 de febrero de 2016

De los mercados a los cuidados

Me encanta recorrer los mercados de fruta, de verdura, de productos ecológicos y artesanos de las ciudades y de los pueblos. Gentes que producen y/o comercializan, que aman la tierra y la cuidan, cada vez con más dificultades, trabas, requerimiento, permisos...

Últimamente veo remodelaciones de diseño en mercados, con firmas y cadenas de comercios que operan en distintas ciudades/países y que se han especializado en "franquiciar" servicios que antes ofrecían personas del pueblo, del barrio. Parece que ahora los mercados están de moda y mi sensación es que ahora están al alcance de quienes tienen dinero, generándose nuevas brechas sociales.

La gente sin recursos come comida industrial empaquetada y plastificada por empresas multinacionales, frutas y verduras perfectas que no saben a nada y que han viajado miles de kilómetros en cámaras frigoríficas; alimentos comprados en establecimientos comerciales y supermercados de empresas multinacionales con parking gigante, horario amplio e iluminación artificial que hace que todo brille y parezca perfecto. El personal que trabaja en estos establecimientos, desmotivado por falta de cuidados por parte de la dirección y que, a su vez, dedica lo justo a cuidar del "género".

Debo tener alguna deficiencia mental o visual. Pero no resisto en esos lugares más de 10 minutos. Me genera mucho stress ver tantos productos, tantas marcas, tantos colores...

Me encantaría:
  • que en mi ciudad/provincia las tierras de cultivo produjeran alimentos ecológicos para venderlos en mercados de verdad (de alimentos, no de diseño!). 
  • que hubiera una red de establecimientos (pequeño comercio, bares, cafeterías...) que compraran esa materia prima a menos de 20km del lugar de producción/consumo. 
  • que hubiera comedores (universidades, sociales, en empresas...) que sirvieran esos alimentos procesados de manera slow y con cariño. 
Creo que nuestra alimentación y calidad de vida mejoraría notablemente. ¿Cómo te suena? ¡A mí genial!

Sin embargo las tendencias y los acuerdos internacionales promocionados por los lobbies de las empresas multinacionales van por otro lado: barrer para ellas > lograr más beneficios como sea.

Los acuerdos del TTIP, de los que tan poco se habla, perfilan un futuro de dominación de multinacionales de la alimentación, la energía, las telecomunicaciones, las farmacéuticas a las que los gobiernos les dan/deben favores (y promesas de sillones y sueldazos).

El TTIP conlleva riesgos de pérdida de derechos laborales, limitación de los derechos de representación colectiva de las personas trabajadoras, riesgos de rebaja salarial y privatización de servicios públicos. Vamos, ¡lo que nos faltaba!


Anota en tu agenda: El 18 de abril salgamos a las calles, porque el TTIP es un tratado con unos acuerdos antidemocráticos que benefician a multinacionales y convierten a las personas en meras consumidoras, afectadas y sostenedoras de un sistema neoliberal de producción y de consumo que atenta contra la naturaleza.

Espero y deseo que en el ámbito local y cercano en el que vivo, se adopten medidas de protección, defensa, cuidado, aprovechamiento sostenible y ecológico de los recursos de nuestra madre naturaleza, y se ponga a las personas en el centro de la acción pública.

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