martes, 14 de septiembre de 2004

Chollo de curro... o profesionalidad al servicio de la ciudadanía

Ayer leía un interesante artículo de Elena Ortega en la Revista Interviú de la semana del 13 al 19 de septiembre de 2004.

En Mayo de este año, 18.400 personas se disputaban 364 plazas de Auxiliar Administrativo en la Comunidad Autónoma de Madrid. Un mes después, cuando se conocieron las notas de la primera prueba eliminatoria, algunos opositores denunciaron que las preguntas del examen se habían filtrado por Internet el pasado 8 de mayo cuando una presunta opositora –bajo el alias de Beatben12– introdujo en un chat de www.opositor.com 31 preguntas que aparecieron, tal cual, en los exámenes de los días 9 y 12 de mayo.

De momento la convocatoria está suspendida y crece el cabreo de los afectados que ahora deberían estar en la segunda fase. Algunos comentan que no existen pruebas contundentes que demuestren que las preguntas se filtraron: cualquiera podría haber manipulado la fecha que aparecía en la página web con las respuestas. De forma que se han anulado unas oposiciones sin pruebas reales. Otros opinan que la anulación de las pruebas beneficia enormemente a las Academias que contarán de nuevo con alumnado que quiera prepararse la oposición para tener trabajo asegurado toda la vida.

Se ha creado una Plataforma de Opositores para exigir al Gobierno de la Comunidad de Madrid que adopte medidas al respecto. Y el Foro de los candidatos a Auxiliares Administrativos en el sitio web de http://www.opositor.com está de lo más animado.

La oposición critica al gobierno de la CAM por su decisión de paralizar el proceso selectivo ante "rumores" de filtraciones. Pero ¿qué habrían hecho ellos en su lugar? Supongo que lo mismo. De forma que estamos hablando de decisiones partidistas, más que realmente de repensar la política de recursos humanos en las Administraciones Públicas.

Personalmente creo que el modelo selectivo vigente en nuestras Administraciones Públicas está desfasado y genera unas tensiones, traumas y frustración de expectativas terribles en los profesionales que dedican una media de dos a cuatro años a preparar un temario de oposición que en el ejercicio diario de su puesto de trabajo no le servirá realmente para mucho.

Se justifican estas pruebas como las más objetivas posibles para garantizar igualdad de oportunidades. Pero es que lo que se valora es la resistencia al stress, los conocimientos memorísticos (loritos) y la capacidad de aguante. Muchas de estas personas desean lograr un puesto de trabajo para toda su vida, en una sociedad en la que la inestabilidad y flexibilidad laboral y necesidad de aprendizaje y reciclaje es permanente.

Las Administraciones Públicas cuentan con una plantilla funcionarial con unos derechos y privilegios de los que carecen todos los demás profesionales que realizan las mismas funciones y tareas pero que están a las órdenes de empresas que realizan servicios externalizados.

Pertenecer a la elite política y funcionarial debería implicar tener una visión de servicio ejemplar y una pasión por lo público envidiables. Sin embargo, la principal motivación que manifiesta el marketing de las Academias que forman a los futuros profesionales de las Administraciones Públicas es la de “trabajo para toda la vida”. Algo bastante irreal, porque la desmotivación latente en muchos profesionales públicos indica que las expectativas y motivaciones iniciales se ven frustradas al llegar a organizaciones jerarquizadas, burocratizadas y dominadas por reglas informales de “¿dónde pretendes llegar trabajando tanto?. No alteres nuestro ritmo vegetativo” o “para qué proponer ideas y mejoras si cada vez que llega un jefe (político) nuevo nos guarda en un cajón nuestras propuestas” o el típico “este es mi puesto de trabajo y no me muevo de esta silla aunque no tenga nada que hacer y mis compañer@s de otro Dpto estén saturad@s”.

Hay que repensar muchas cosas, entre ellas el sistema de selección de los profesionales que tienen que hacer que el sector público del futuro recupere la credibilidad y se valore positivamente este trabajo no por ser “un chollo de curro” sino por su “profesionalidad al servicio de la ciudadanía”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo con tus comentarios. El sistema de selección es totalmente caduco y hay que repensarlo.

Lo malo es que la tendencia de las administraciones es a la privatización que evita tener que recurir a los "recursos humanos" que seleccionan con el sistema actual y que acaba solo seleccionando "loritos". ¿La solucion? pues trasladar el servicio a una empresa privada que selecciona a su personal de forma adecuada.

La consecuencia negativa de todo esto es el progresivo poder que van adquiriendo las empresas en las administraciones en ámbitos como el informático, por ejemplo.