Mi amiga Marian me ha descubierto una noticia publicada ayer en El Mundo cuyo titular dice: Las embajadas 'pasan' de la Red. Un titular de lo más sorprendente y un artículo muy crítico y realista. Pero lo más curioso aún es el despliegue de recursos tecnológicos que se invierte en armamento y en mecanismos de (in)seguridad. Y el poco interés que parece existir por mantener un espacio actualizado con información pública, transparente, interesante y accesible para el conjunto de la ciudadanía.

Gracias a la red, el Embajador José Luis Pardos consiguió a mediados de los noventa crear un espacio web con la colaboración de universitarios canadienses para hacer pública la versión oficial española sobre el asunto del fletán ya que los medios de comunicación tradicionales canadienses le vetaban el acceso a manifestar su punto de vista.

Esta interesante experiencia nos muestra, una vez más, que la motivación y el interés por informar y comunicar es fundamental para que las tecnologías (que son meramente un medio) sean utilizadas con sentido y en beneficio de la sociedad.