Ayer no sabía quién era Rosa Bonheur... Y hoy me parece increíble que nunca haya oído hablar de ella. La he conocido gracias a Encina Villanueva en una fantástica charla en el Museo del Prado, al hilo de la exposición "Invitadas: Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931)" que el Museo ha organizado para reflexionar sobre el modo en el que los poderes establecidos defendieron y propagaron el papel de la mujer en la sociedad a través de las artes visuales, desde el reinado de Isabel II hasta el de su nieto Alfonso XIII.
Me han sorprendido muchos detalles sobre Rosa Bonheur: su fascinación por los animales, por su anatomía. Me encanta el cuadro de la Feria de los Caballos y el de los bueyes arando en el campo de Nevers.
Me ha super encantado su "La amistad es un afecto divino", aunque, la verdad, personalmente hay algunas personas con las que la palabra "amistad" se me queda muy corta...
Y me ha llamado muchísimo la atención su decisión de querer vestir con pantalones, porque le resultaba, obviamente, más cómodo y cómo esta práctica en Francia estaba prohibida... y tenía que ir a la Policía cada seis meses a solicitar un "Permission de Travestissement", firmado por un médico.
Y no solo eso, sino que se olvidaron de derogar esta ley y hasta 2013 estuvo vigente.
Vaya tela...
¡Gracias a Rosa Bonheur y a tantas mujeres que nos abrieron camino a las demás... y a los hombres buenos que las acompañaron y nos siguen acompañando!
Fuente: Commons |
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