Ayer te marchaste, sin que pudiera despedirme de ti. Hoy mucha de la gente que te quería han estado acompañando a tu familia en estos momentos tan difíciles.
Quiero que sepas que desde hoy, intentaré día a día, vivir con intensidad cada momento, estar cerca de la gente que tú más querías, ser una profesional responsable en su trabajo y no rendirme nunca ante las dificultades.
Como ha dicho Feli en sus palabras dedicadas a la persona que más quería en este mundo: tú.
Eres un ángel que desde hoy
sobrevuela nuestras cabezas
y nuestros corazones.
Siempre vigilante y siempre presente.
Viajera incansable. No quería haberte tenido que escribir nunca esta postal. Hubiera querido recorrer muchos más caminos en tu compañía. Pero ya que ha sido así, te envío este pequeño recuerdo, como tú siempre hacías a tu gente desde cualquier lugar del mundo. Uno de esos pequeños detalles tuyos que te hacen ser tan grande.
1 comentario:
Una vez más me he emocionado recordando a nuestra compañera de viaje, de risas y aventuras, siempre te vamos a extreñar y recordar con el más sincero cariño.
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