El Gobierno Electrónico está de moda. Empiezan a surgir como setas jornadas (generalmente organizadas o financiadas por un montón de empresas de tecnología y consultoras) para "reflexionar" sobre la adaptación de las organizaciones públicas al nuevo entorno.
Generalmente la voz de la "ciudadanía" y la sociedad en general no está representada. Son responsables políticos o públicos y cargos directivos de empresas quienes moderan las conferencias y prometen establecer líneas de trabajo para "sensibilizar a la sociedad" que nunca se sabe en qué quedan. Una vez más, la "sociedad" parece ser la excusa para justificar inversiones/gastos en TICs.
Echo en falta foros de encuentro y reflexión impulsados y dinamizados por la Universidad y las Administraciones Públicas para reflexionar sobre estos temas, aunque comienza a haber Grupos de investigación e Institutos que analizan estos temas del impacto de las TIC en los Gobiernos y Administraciones Públicas. Sin embargo, en el resto de Europa y Estados Unidos nos llevan ventaja, como siempre).
El problema de la gente que nos dedicamos a la investigación es que con frecuencia no somos capaces de llegar a la sociedad. Uno de los mejores somniferos naturales para la gente de mi entorno son las cosillas que escribo y me publican (y yo toda orgullosa!!!). A menos que contemos con la colaboración de profesionales de la comunicación que se hagan eco de nuestros estudios y con un titular mediático capten la atención del mundo internauta, lo tenemos dificil. De ahí la importancia de que los profesionales de la investigación sepamos también sumar esfuerzos con otros agentes para intentar cumplir los objetivos de la investigación: conocer, analizar y difundir. El lema de mi Universidad es "Eman ta Zabal Zazu".
Son palabras de unos versos de la poesía "Gernikako/Arbola" del poeta, músico y militar Iparraguirre que vienen a decir algo así como "propaga tu fruto por el mundo". La verdad es que estuve recientemente en Gernika, y el famoso árbol viejo (donde se reunían las Juntas de Bizkaia) y el árbol nuevo estaban secos (pero tienen un retonho en pleno esplendor). Pues eso, que los resultados de nuestras investigaciones tienen que salir de los cajones y las bibliotecas para llegar a la gente (sin dormirles!!!).
También hay confusión de roles: los comunicadores sociales, son expertos en comunicar; los investigadores sociales, intentamos aproximarnos a la realidad de forma "científica". Cuando se confunden los roles y se lanzan estudios sin rigor científico, el problema es que se puede confundir a la sociedad (a pesar de que la lectura de los resultados sea amena, agradable y sencilla). Me refiero a las "Radiografías de Webs municipales" que elabora anualmente CiberPaís. La capacidad de este medio de "influir" en la sociedad, en general, y en la clase política, en particular, es importantísima. De forma que, si en lugar de hacer de "aprendices de investigadores", establecieran colaboraciones con grupos de investigación, los resultados serían mucho más enriquecedores para ambos colectivos y para la sociedad. Como bien dice mi companhero de fatigas en este camino de la investigación: "El problema de estos estudios es que estamos ante un cocktel potencialmente explosivo: un ranking epidérmico + cientos de miles de lectores del CIBERPAIS = directivos y políticos de Ayuntamientos preocupados por salir bien parados en el próximo ranking. Esto mismo ha sucedido con el dichoso ranking de la UE y CapGemini sobre servicios públicos electrónicos: el plan de choque de e-Administración de la Administración General del Estado reflejaba un intento de obtener las mejores puntuaciones en ese esquema. Esto me parece muy peligroso, porque olvida algunas de las atribuciones de las Administraciones Públicas y, en el fondo, incorpora una lógica de diseño (generalmente procedente de la consultoría) que no tiene en cuenta el ámbito de la implementación (las organizaciones públicas) y mucho menos la lógica del ciudadano (sino que se piensa que esto es mero e-Commerce, y no lo es)".
Sin embargo, una vez más, la agilidad del "mercado" para disenhar y ejecutar proyectos es mayor que la capacidad de reacción de Universidades e Instituciones Públicas. Y son las empresas o corporaciones empresariales (Telefónica, AUNA, ANIEL, COTEC, etc) los agentes más activos para impulsar este tipo de estudios y "reflexiones" a través de sus Fundaciones. Está muy bien, porque aportan SU visión y análisis de la realidad pero quien tiene que marcar las prioridades es la sociedad; quien tiene que analizar y reflexionar sobre esas prioridades es la Universidad junto a otros agentes públicos y privados. Pero la reflexión no puede recaer solamente en el estímulo de las empresas cuyo interés primordial, más que pensar, es "actuar", obtener beneficios y, de paso, mejorar la calidad de vida de la sociedad (o de generarle nuevas necesidades, depende como se mire).
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