Trocea pimientos verdes, rojos y de los colores que tengas, con tamaños más grandes o más pequeños, según te los quieras encontrar en el plato.
Trocea cebolla, igualmente, del tamaño que te guste.
El tomate lo puedes pelar o no, trocear en trozos más pequeños (se hará antes), o echar tomate triturado o en bote (en mi caso, hoy he usado tomate embotado en Mecerreyes :-).
Pela ajos (si te gusta echarle ajo)
En una sartén echa los pimientos y déjalos un rato que se hagan. Luego añade la cebolla y el ajo. Y cuando vaya rehogándose todo, añade el tomate. Yo cuando echo cada ingrediente, añado un poco de sal. Cuando todo esté más o menos cocinado a tu gusto, puedes añadirle agua, si quieres que sea "sopa", o no añadirle (hoy yo no le he añadido). Y puedes echarle unos huevos para que se escalfen/cocinen.
Yo me he cenado una ración y para mañana guardo la otra, que podría acompañarla con pan seco troceado (hoy le he puesto "sopako"), arroz, pasta, gofio... o lo que se te ocurra. ¡Vía libre a la imaginación! Soy más fan de la sopa de ajo, pero esta también me gusta mucho, aunque más: pimientos verdes fritos con un poco de jamón en un bocata!

