miércoles, 10 de mayo de 2023

Destino: El Paraíso

Desde hace más o menos un año, mi abuela pedía a Dios que la llevara al paraíso. Yo le decía que tuviera paciencia, que el día menos pensado, se iría para allá. Y ese día, llegó.

Nunca nos viene bien despedir a las personas queridas. Y, menos, cuando se trata de alguien especial como Manuela, también conocida como tí Manuela, tía Manuela, tita Manoli, Manoli, Manolita, Manoliña... Ayer y hoy en el tanatorio hemos recordado muchas anécdotas que hemos vivido con ella.

Estoy segura que a la mayoría de las personas que la hemos conocido, cuando la recordemos, se nos iluminará la cara con una sonrisa

Mi abuela siempre decía que lo único seguro que tenemos cuando nacemos, es que nos vamos a morir. Pero se nos olvida. Vamos corriendo por la vida sin pararnos a disfrutar de los pequeños placeres cotidianos, de las conversaciones, de los encuentros inesperados. La tí Manuela también corría hasta que la cadera se le fastidió hace unos 19 años y tuvo que reinventarse. Dejó su Prado, fue a vivir con su hija a Valencia y comenzó a realizar otras actividades nuevas para ella: estar sentada, hacer vainicas, pintar, hacer pasatiempos, hacer puzzles, además de ayudar a mi madre con muchas labores domésticas.

A su casa del Prado y a la de mi madre siempre han venido personas de la Campiña, de Valencia y de Vitoria a visitarle, hasta el COVID. Esa ausencia de conversación y de relaciones interpersonales supuso un bajón para la Manolita y para tantos millones de personas. Uno de sus objetivos vitales era lograr arrancar una sonrisa a la persona más seria y más triste con la que estuviera. Y casi siempre lo lograba. Estar un rato conversando con la Manuela Vicho (o con cualquier persona que sabe escuchar, supongo), era sanador. Hasta sus sobrinos biznietos lo sabían, y le compusieron una canción que dice “tía Manuela, siempre está contenta, nos gusta ir a verla”.

Siempre contenta, pues va a ser que no. Pero la actitud de superación y de adaptación de la tita Manoli ante las circunstancias y, sobre todo, su sentido del humor que le ha acompañado hasta su último día de vida, me parecen esenciales para vivir una vida digna de ser vivida y compartida.

Manoli, infinitas gracias por haber formado parte de nuestras vidas como hermana, madre, tía, abuela, bisabuela, suegra, vecina, amiga y familia de elección para muchas personas que la consideráis como de la familia… 

Muito obrigada avozinha, por ser una gran sembradora de momentos vitales significativos que recordaremos siempre!!

¡¡Que tu legado, tu recuerdo y tu actitud ante la vida  
nos acompañen siempre!!


Si lo deseas, puedes escribir un comentario en este artículo más abajo, en "Publicar un comentario" con alguna vivencia o anécdota con esta mujer excepcional (y no es porque sea mi abuela...)

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí has sido "abu", la abuela de la Reinita. Un juego de palabras cuando querías nombrarme (Reina), siempre poniendo de manifiesto el gran cariño que tenías por Reinita. Te recordaré con una gran sonrisa y con el calor de haber compartido grandes momentos contigo. Pocos, pero bonitos. Creo que no se me olvidará cuando me dejaste pintarte mejillas y labios. Fue un momento de conexión precioso y de una Manoli coqueta, que disfrutó viéndose bonita. No será fácil visitar tu casa, tu familia y que no estés... por más que me imagino que cotidianamente estarás presente en muchas conversaciones, en muchos recuerdos. Te agradezco infinitamente tu generosidad de abrirme las puertas de tu casa y de tu familia, de haber confiado en mí. El camino continua abu, y continuaremos juntas.

Anónimo dijo...

Pensar en la Manoli es ver su sonrisa, su alegría, buen humor, bromas, chistes… No recuerdo ni un sólo día, que al estar con ella no me transmitiera esa buena energía que tenía en todo momento. Todos los ratos que he pasado con ella han sido muy gratificantes para mí y los llevaré para siempre en mi corazón. Me sentía muy apreciada por ella, pero ella también sabía que el cariño era mutuo.
Hasta siempre Manoli!!!

Anónimo dijo...

La diferencia de la gente de antes y de la de ahora, decía ella, es que antes no tenían para nada. Y para comprarse unas zapatillas, tenían que ir las tres o cuatro hermanas y madre trabajando de sol a sol un par de semanas para comprarse las zapatillas. E iban siempre cantando. Y ahora la gente va cabreada cuando lo tenemos todo. Y tenía toda la razón.
Paqui

Anónimo dijo...

👍un aplauso por esa buena y alegre mujer.
Fue buena trabajadora, buena madre, buena abuela y una vecina ejemplar de esa campiña de San Pedro,el Prado y la Miera.
Buen viaje Manuela allí te esperan con alegría porque le faltaba allá en el cielo un ángel tú.
Manolito y la Pepita.🙏

Anónimo dijo...

Soy de lágrima fácil pero tu panejirico de tu Avo, ha sido de moco tendido.
Ciertamente, ha habido, hay y habrá pocas figuras como ella.
La llevaremos en nuestro recuerdo siempre y nos acordaremos de sus ocurrencias, de sus dichos y de sus salidas, toda la vida.
Que suerte tuvo de tener a su Menchita con ella!

Anónimo dijo...

Tita Manoli.
La persona más buena, alegre y dicharachera que he conocido.
Siempre con un comentario gracioso y una sonrisa en su cara.
No te olvidaré nunca. Estarás siempre en mi corazón y en mis recuerdos los bonitos momentos vividos a tu lado.
Espero que descanses en tu nuevo destino y disfrutes junto a las personas tan queridas , tus padres, tu marido, tu hijo y tu nieta
Un beso muy fuerte mi querida Manoli.

Bea dijo...

Que palabras tan bonitas y tan ciertas. Han conseguido emocionarme y recordar tantos momentos cargados de risas con la tía Manuela porque no había visita a la tía Manuela sin unas buenas carcajadas. "Tía Manuela siempre está contenta, nos gusta ir a verla porque nos alegra,..."Siempre en nuestros corazones, Manolita.

Anónimo dijo...

Una persona excepcional siempre alegre y con la sabiduria que Dan los años y la experiencia vividas que ella supo convertirla siempre en narraciones positivas y alegres .D.E.P. Manoli siempre te recordaremos

Teresa dijo...

De pequeñita me preguntaron en el colegio que cuantas abuelas tenia y yo respondi 6 y me dijeron que no podia tener mas que 2. Entre ellas formaba parte la Tia Manoli que para mi era una segunda abuela recurrdo ir al Prado y desfilar para ella porque me decia que era como las modelos que salian en noche de fiesta y tambien me encantaba comer todo lo que preparaba. Me sentia muy querida con ella, era de esas personas que merece la pena tener cerca e incluso em estos ultimos años que fue cambiado sus habitps siempre tenia una broma que te hacia sonreir, recuerdo como me decia Teresita con ese carilo infinito, estes donde estes seguro que llenas a todos con esa alegria.

Anónimo dijo...

Doy gracias a Dios para haberla conocido. Porque ha sido una mujer muy maja muy agradable. Bueno no tengo palabras para decirlo. Siempre sonriendo siempre con una sonrisa. Y además, animándote siempre. Me acuerdo que cuando tenía que ir a casa y no me dejaban ir, me decía "no te preocupes que yo rezo para que vayas". Y la verdad es que sí, que iba.

Le gustaban mucho las flores. Cuando le llevaba alguna flor se ponía muy contenta siempre con esa sonrisa. Y cuando iba a darle a la comunión ella lo vivía. Ha sido una experiencia maravillosa conocerla. Me alegra muchísimo de que estéis en paz, porque seguro que está en el cielo con el Señor y está además rezando y pidiendo por nosotros.

Nunca la he visto enfadada, de mal humor como a veces estamos nosotros. No. Ella siempre con esa sonrisa, siempre agradecida siempre para echarte una mano siempre.

La verdad es que yo estoy muy contenta por haberla conocido y seguro seguro que está en el cielo ya pidiendo con nosotros porque si alguien tiene que estar en el cielo es ella.

Y lo que disfrutaba con sus cumpleaños!! Madre mía, era feliz!! Me acuerdo que un día que el sacerdote le llevó un rosario y estaba loca de contenta. Qué maravilla de verdad!!
Rosa

Prueba dijo...

Me alegro de haberte conocido, Manoli: estando bien muchos años, con cachondeo a todas horas... y hasta subiéndote en mis furgonetas de camping y haciendo chistes con el wc, la cama,... Y hasta en los últimos tiempos, ya en cama, siempre con esa sonrisa, esa sabiduría aprendida con su experiencia en la vida.
¡Gracias, Manoli!. Allá donde estés seguro que seguirás igual, intentando sacar una sonrisa a tod@s. Compartiendo conversaciones sobre cualquier tema. No te olvidaremos.
Lucía