Últimamente veo remodelaciones de diseño en mercados, con firmas y cadenas de comercios que operan en distintas ciudades/países y que se han especializado en "franquiciar" servicios que antes ofrecían personas del pueblo, del barrio. Parece que ahora los mercados están de moda y mi sensación es que ahora están al alcance de quienes tienen dinero, generándose nuevas brechas sociales.
Debo tener alguna deficiencia mental o visual. Pero no resisto en esos lugares más de 10 minutos. Me genera mucho stress ver tantos productos, tantas marcas, tantos colores...
Me encantaría:
- que en mi ciudad/provincia las tierras de cultivo produjeran alimentos ecológicos para venderlos en mercados de verdad (de alimentos, no de diseño!).
- que hubiera una red de establecimientos (pequeño comercio, bares, cafeterías...) que compraran esa materia prima a menos de 20km del lugar de producción/consumo.
- que hubiera comedores (universidades, sociales, en empresas...) que sirvieran esos alimentos procesados de manera slow y con cariño.
Los acuerdos del TTIP, de los que tan poco se habla, perfilan un futuro de dominación de multinacionales de la alimentación, la energía, las telecomunicaciones, las farmacéuticas a las que los gobiernos les dan/deben favores (y promesas de sillones y sueldazos).
El TTIP conlleva riesgos de pérdida de derechos laborales, limitación de los derechos de representación colectiva de las personas trabajadoras, riesgos de rebaja salarial y privatización de servicios públicos. Vamos, ¡lo que nos faltaba!
Anota en tu agenda: El 18 de abril salgamos a las calles, porque el TTIP es un tratado con unos acuerdos antidemocráticos que benefician a multinacionales y convierten a las personas en meras consumidoras, afectadas y sostenedoras de un sistema neoliberal de producción y de consumo que atenta contra la naturaleza.
Espero y deseo que en el ámbito local y cercano en el que vivo, se adopten medidas de protección, defensa, cuidado, aprovechamiento sostenible y ecológico de los recursos de nuestra madre naturaleza, y se ponga a las personas en el centro de la acción pública.