Acabo de regresar de tomar un estupendo café a la crema con David Bartolomé a quien por fin conozco presencialmente. Y resulta que compartimos ciudad, barrio y amistades en común. Si es que el mundo y Siberia-Gasteiz es un pañuelo!!!!
Y cuando me volvía para casa, antes de entrar al portal un grupo de 10 chicas y chicos hacían un corro. Pensé que alguno/a estaría mareado/a. Pero NO, estaban haciendo botellón. Y me he acordado de que además del uso masivo de la red para descargarse música y películas, ahora lo que se lleva es movilizar a la gente joven a través de Internet para montar macrobotellones en distintas ciudades de España y ver si se pueden conseguir premios Guinness (como aspiran en Albacete donde pueden ser ya record en acoso a profesores teniendo que ir fuerzas de seguridad escontándoles hasta el trabajo). Me comentaban hace tiempo que en Cáceres el tema botellón en sus orígenes fue fomentado desde algunas personas de las instituciones públicas para "retener" o "atraer" turismo de otros lugares.
No estoy en contra del botellón. Es la opción más económica de consumir alcohol, el encuentro masivo de gente al aire libre que fomenta las relaciones interpersonales y muchos rollitos de una noche. Estoy en contra de la suciedad, ruido, desgaste físico y psicológico que genera beber por beber, aunque como comentan en el blog de Alianzo , a algunas personas estar como una cuba les estimula para relacionarse con la gente ya que si no, no lo harían. ¡¡qué lástima!!
Y también estoy en contra de la utilización de la imagen del alcalde de Barcelona para movilizar y animar a la juventud a "ensuciar", en este caso, la rambla del Raval de Barcelona. Aunque lo denominan "macrobotellón cívico" y eso, tal vez quiera decir, que la gente se va a comportar civilizadamente: no tirando botellas ni vasos, no ensuciando ni haciendo sus necesidades por la calle ni gritando ni comportándose como "seres sin vergüenza".
En fin, que seguro que las compañías de vuelo de bajo coste también sacan partido a estos eventos y a las despedidas de soltero/a que realizan nuestras vecinas y vecinos de Europa en numerosas ciudades ibéricas, le sumaremos las fiestas del botellón. Vamos, que la Feria de Abril, Las Fallas, San Fermín, Las Fiestas de la Blanca o la Semana Grande de Bilbao, ya no serán los únicos espacios de desenfreno y des-civilización de las ciudades que están bonitas todo el año para que en unas horas, cientos y miles de "cívicas y cívicos" la dejen como un cuadro impresionista oscurantista (que también puede tener su encanto).
En fin, que lógicamente quien crea que el modelo de innovación de Euskadi y España está en las "nanotecnologías" lo lleva claro!!!! En todo caso en la investigación para que no tengamos media población con cirrosis en unos años. Yo apuesto clarísimamente por el sector turístico en dos modalidades: de-constructivo (estilos de las construcciones faraónicas del mediterráneo y destinos playeros y fiesteros para la juerga) o de-relax (turismo rural para dejarse llevar y perderse en el monte -mientras no los quemen y no los urbanicen-). Bueno, si comienzan a fomentarse las relaciones de colaboración entre Empresas, Centros Tecnológicos, Universidad, Administración Pública y Sociedad, tal vez mi visión negativa de las cosas no sea para tanto.
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