Tras mes y medio por tierras de Konstanz, ya soy toda una "Konstantina". Me desenvuelvo perfectamente por la ciudad y los cientos de senderos para pasear (el anillo verde de Vitoria, pero a lo bestia). Aunque llevo siempre el mapa conmigo, por si acaso alguien me pregunta (jijiji, qué modestia!!).
Pues sí. He descubierto que la gente también percibe que soy nativa y que controlo la situación. Pero claro, cuando me preguntan algo y trato de responderles (si es que entiendo bien aquello que me preguntan) mi "deutscnhol" me delata como spanish.
Pero lo mejor es que al final de mi explicación (con mapa incluida) me dicen "gracias". Así que mira, por lo menos no es solo paella, siesta, toros y manhana (en el sentido de dejar para manhana todo aquello que podemos hacer hoy) lo que difundimos de nuestra cultura latina por el mundo.
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